La falta de sueño afecta tu energía y tu estado de ánimo, causando cansancio constante, dificultad para concentrarte y menor rendimiento en el trabajo o estudios. Además, puede provocar despertares nocturnos, ansiedad y dependencia de estimulantes como el café. Si no se trata, la mala calidad del sueño puede derivar en problemas de salud más graves, como debilitamiento del sistema inmunológico, aumento de peso y riesgo de enfermedades cardíacas.